Entrevista en Televisión, original en Mallorquín
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Gabriel: Casi todas las empresas en las que he estado tienen problemas para encontrar gente. Sobretodo encontrar gente con algo de experiencia programando, que puedan ser autónomos en su trabajo.
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Gabriel: Por ejemplo, yo el primer trabajo que tuve fue en el verano del primer curso del Ciclo Superior, sin tener aún ningún título ni experiencia real: para que te hagas a la idea de la cantidad de puestos de trabajo que hay y la necesidad que hay de coger gente.
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Gabriel: Imagino que estamos viviendo un “boom”, un “boom” en el que las empresas quieren crecer exponencialmente porque realmente hay una demanda de este tipo de trabajo y no basta el ritmo en el que la población está aprendiendo a programar.
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Narradora: El sector tecnológico quiere crecer pero no puede. Mientras que en las Islas Baleares hay 38.000 personas en paro, las empresas tecnológicas no encuentran personal cualificado para los 10.000 puestos de trabajo vacantes que hay en España. Según un estudio de la patronal “DigitalES”, 1 de cada 4 empresas dedicadas a la tecnología y al mundo digital tiene problemas para encontrar perfiles adecuados. Una triste realidad que ata las alas de la economía del futuro.
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Narradora: En las Islas, quien tiene la formación encuentra trabajo enseguida; incluso aquellas personas que llegan a esta especialidad por afición, después de haber pasado por otras profesiones. Es lo que le pasó a Gabriel Romay, que descubrió la programación informática después de emigrar a Reino Unido como enfermero.
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Gabriel: Básicamente, me metí en la carrera de enfermería un poco por descarte: era una opción que tenía disponible aquí, en la UIB (Universidad de las Islas Baleares), y me atraía por el hecho de ayudar a los demás. Pero trabajando de enfermero me di cuenta de que no era mi vocación: me gustaba ayudar a los demás pero me faltaba esa creatividad, ese desafío intelectual que no encontraba en mi trabajo. Así que en mi tiempo libre comencé a estudiar programación por mi cuenta.
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Gabriel: Yo creo que lo que me llevó a la programación seguramente fueron los videojuegos, que siempre me han encantado, y en general el mundo del ordenador. Lo comencé a probar y lo encontré divertido: arreglar un error o montar una página web nueva era cómo realizar un puzzle de lógica, un poco como un acertijo. Me di cuenta de que yo también podía ser programador, no era tan complicado. Así que me apunté al Ciclo Superior, y estoy muy contento la verdad, es un trabajo que me supone desafíos diferentes cada día.
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Gabriel: Yo creo que la falta de profesionales de programación en las Islas viene de varios factores. Por una parte, me da la sensación de que no salen los suficientes (de la formación tradicional), pero también todavía hay poca gente que se plantee ser programador. Es una salida profesional que a mi no me la ofrecieron cuando estudiaba, no lo vi como una posibilidad. También está la imagen típica del programador que él solo monta una web: pocas veces es real. Normalmente se trata de un grupo de gente, porque el intercambio de ideas favorece mucho el proceso creativo y de programación, y te evita tener errores y demás. Es un trabajo más social de lo que parece.
[...Conversación técnica...]
- Gabriel: Hay mucho trabajo de programación en la Isla (Mallorca), pero sobretodo en la programación Web y de Bases de Datos; pero alomejor hay profesionales que buscan trabajo de algo más específico o puntero, como Inteligencia Artificial o áreas similares que no están muy desarrolladas en nuestra isla. Si quieres trabajar de programador en una Web puedes encontrar trabajo aquí perfectamente, pero si buscas algo más especializado seguramente tengas que buscar fuera.
(28:35 - 29:10)
- Gabriel: Se ha criticado mucho la tecnología moderna: por ejemplo que los jóvenes están todo el día mirando el móvil y no prestan atención a su entorno. Pero la capacidad que tenemos actualmente de conectarnos a Internet y buscar información cuando queramos es algo que nadie ha tenido antes en la historia y a lo que creo que nos acostumbramos sin ser conscientes de ello. Creo que como sociedad aún nos tenemos que dar cuenta de las posibilidades reales que tiene la tecnología para hacernos mejorar como personas.