- 400gr de harina
- 200ml de agua
- 1 cucharadita de guindilla molida (quedó muy suave, si te gusta el picante pon 2 ó 3)
- 1 cucharadita de sal (me quedó MUY CORTO de sal, la próxima vez pondré 2 ó 3)
- ½ cucharadita de pimienta negra
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 2 cucharadas soperas de queso parmesano rayado (otra opción: cheddar)
- Un horno
- Dos bandejas de horno de metal
- Papel de horno
- Un bol de cristal
- Precalentar el horno a 180º
- Mezclar en el bol todos los ingredientes menos el agua (supongo que hay un orden correcto para echarlos, pero yo los pongo de forma aleatoria).
- Ir añadiendo el agua poco a poco, removiendo, hasta que la masa empieze a tomar cuerpo (puede que uses 200ml de agua, puede que uses menos, puede que tengas que añadir más, depende de la posición de los astros).
- Amasar hasta que esté todo bien mezclado y la masa tenga una textura uniforme. (Aquí tengo la duda de si tendría que haber dejado la masa reposar un tiempo. Yo la puse inmediatamente en el horno, pero he leído por ahí de peña que la deja incluso una noche en reposo) Separar en dos bolas, y aplanarlas todo lo posible con un rodillo. Yo las dejé de unos 3mm de grosor y me quedaron muy gorditas, así que me imagino que 1 ó 2 mm es lo suyo.
- Poner el papel de horno en las bandejas, y poner nuestras "tortas" encima. Echar un chorrito de aceite por encima y añadir sal gorda (que yo no puse, pero pondré la próxima vez que lo haga), más queso, o más chile según te parezca (yo probé distintas cantidades en cada una de las tortas, y en retrospectiva pienso que debí haber dividido en cuatro para hacer aún más pruebas. La que más me gustó fue la que llevaba dos cucharaditas extras de chile y de queso por encima :D)
- Hacer agujeritos en la torta con un tenedor para que no se abra al cocerse (adivina quién NO se los hizo)
- Hornear a 180º durante 15 a 30 minutos (dependiendo del grosor de la torta, del tipo de horno, de…). La idea es que se dore sin llegar a tostarse, así que hay que estar pendiente las primeras veces hasta que le pillemos el punto.
- Sacar y dejar que se enfríe (se ponen crujientes al enfriarse). Conservar en un frasco hermético para que no se pongan blanduchos al coger humedad (y si pasa eso, un toquecito de horno debería dejarlos otra vez como nuevos).
- Estos crackers son los mejores amigos de los platos de cuchara (sopa, cremas, guisos…) o de un par de cervezas.