- Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento.
- Tómalo en cuenta en todos tus caminos, y él hará rectas tus sendas.
- ”Por eso les digo: dejen de angustiarse por su vida, por lo que van a comer y beber; o por su cuerpo, por lo que van a ponerse. Al fin y al cabo, ¿no vale más la vida que el alimento y el cuerpo que la ropa?
- Observen con atención las aves del cielo. No siembran ni cosechan ni almacenan en graneros, pero su Padre celestial las alimenta. ¿Y acaso no valen ustedes más que ellas?
- ¿Quién de ustedes, por angustiarse, puede alargar un solo codo la duración de su vida?
- Además, ¿por qué se angustian por la ropa? Aprendan una lección de cómo crecen los lirios del campo. No trabajan duro ni hilan;
- pero les digo que ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos.
- Entonces, si Dios viste así a la vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón, gente de poca fe?
- Así que nunca se angustien y digan: ‘¿Qué vamos a comer?’, o ‘¿Qué vamos a beber?’, o ‘¿Qué vamos a ponernos?’.
- Porque es la gente de las naciones la que busca todas estas cosas con tanto empeño. Su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas.
- ”Por lo tanto, sigan buscando primero el Reino y la justicia de Dios, y entonces recibirán también todas esas cosas.
- Así que nunca se angustien por el día siguiente, porque el día siguiente traerá sus propias preocupaciones. Bastante hay con los problemas de cada día.
- Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes, inamovibles, y estén siempre muy ocupados en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo relacionado con el Señor no es en vano.